viernes, 11 de febrero de 2022
SÍNDROME DE LA CARA VACÍA
Por fin ha llegado el día en que niños y adolescentes han podido quitarse las mascarillas en los patios de los coles y el resultado.... ¡que la mayoría se la han dejado!
Es el llamado "Síndrome de la cara vacía"
El psicólogo José Antonio Galini explica los siguientes síntomas por los que se sufre ansiedad y un sentimiento de inseguridad al no llevar la mascarilla:
-Miedo a contagiar y contagiarse ya que nos sentimos más vulnerables.
-Sentir un malestar emocional al mostrarnos en público con la cara descubierta, ya que hasta ahora la mascarilla había servido de escudo protector para cubrir inseguridades físicas y emocionales.
Es muy importante que trabajemos todos estos aspectos psicológicos y emocionales con los niños y adolescentes.
-Quitarse la mascarilla es algo voluntario y no obligatorio por lo que hay que respetar los tiempos de cada niño e ir de forma progresiva hasta que se sientan seguros.
-No son tonterías de niños, para ellos su cuerpo es su carta de presentación y a la vez su peor enemigo.
-Poco a poco irán adaptándose a la nueva normalidad.
martes, 1 de febrero de 2022
Cómo el vaciado y llenado de contenedores ayuda a los niños a aprender
Los niños comienzan a agarrar objetos alrededor de los tres meses de edad, pero no será hasta alrededor de los 9 meses que comenzaran a dejar caer torpemente objetos en los contenedores. Antes de eso, desarrollaran esta habilidad recogiendo y manipulando objetos para mirarlos más de cerca, sentir sus texturas y formas, y mover los objetos de una mano a otra.
Una vez que el niño comience a desarrollar más coordinación entre manos y ojos, verás que se vuelve más preciso en la colocación de objetos. Será capaz de apuntar a un contenedor y colocar un objeto dentro. Poco después, su curiosidad le animará a ver qué pasa si vuelve a tirar todo fuera del recipiente.
Esta actividad no es solo para divertirse, sino que también ayuda al niño a desarrollarse y le enseña conceptos importantes.
Los beneficios del vaciado y el llenado
Las actividades de vaciado y llenado parecen simples, pero mejoran muchas habilidades críticas:
Desarrollan el control motor fino
Cuanto más maneje y manipule objetos, más desarrolladas estarán sus habilidades motoras. Llenar una caja o un cubo requiere el control de sus dedos, manos y muñecas. El uso de recipientes y objetos de diferentes tamaños (incluyendo agua y arena) le ayuda a utilizar diferentes tipos de agarre y niveles de control de la motricidad fina.
Enseñan habilidades cognitivas, como causa y efecto, resolución de problemas, gravedad y conciencia espacial
Una de las razones por las que a los niños les gusta tanto llenar y vaciar es porque les fascina lo que pasa después de vaciar un contenedor. Su cerebro procesa mucha información cuando ocurre, como qué ocurre con los objetos, si caen de la misma manera cada vez y qué necesita hacer para volver a meterlos. El resultado: Aprende sobre la causa y efecto, y la resolución de problemas.
Además, vaciar y llenar contenedores les enseña sobre la gravedad, y conceptos espaciales como dentro, fuera, al lado y encima de.
Desarrollan la coordinación mano-ojo
Cuando un niño pequeño coloca objetos en un recipiente, necesita coordinar lo que ven sus ojos con lo que hacen sus manos. En otras palabras, están construyendo su coordinación ojo-mano, lo que eventualmente les ayudará a escribir su nombre, atrapar una pelota y atar sus zapatos.
Enseñan conceptos matemáticos básicos
Un niño esta experimentando cuando llena y desocupa algo. Aprenderá, con el tiempo, que el volumen del contenedor se llenará hasta su capacidad, y los objetos se caerán. Verá que si saca juguetes de un cubo lo hace menos lleno que antes y si añade juguetes lo hace más lleno. Estos son conceptos matemáticos iniciales que puedes ayudarle a entender dándole explicaciones mientras juegan. Por ejemplo, puedes decir: «Sacaste tres bloques. Ahora solo queda uno». ¡Si pongo uno, ya son dos!
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