Hemos hecho unos bolsitos de calabaza y hemos ido por las clases...nos han dado muchas chuches, que bien lo han pasado!!
jueves, 31 de octubre de 2013
martes, 29 de octubre de 2013
MÓVIL DEL OTOÑO
Hacemos unas bellotitas de cartulina.
Pintamos hojitas secas para dar un toque de color.
Damos un toquecito gracioso a nuestras bellotas y empezamos a colgar todo de una ramita de árbol.
Y nos queda ésta vista tan bonita de nuestro móvil:
¡Disfrutadlo chicos!
lunes, 28 de octubre de 2013
jueves, 24 de octubre de 2013
miércoles, 23 de octubre de 2013
CÓLICO DEL LACTANTE
Cólico del lactante
El bebé se pasa horas llorando cada tarde, está inquieto, es inconsolable, dan ganas de ponerse a llorar con él, ¿qué le ocurre?A pesar de que los recién nacidos lloran y están inquietos, cuando el llanto sucede tres horas al día, más de tres días a la semana, puede tratarse de un trastorno conocido como el cólico del lactante.
Qué es el cólico del lactante
Es un síndrome benigno caracterizado por el llanto incontrolable o excesivo y sin motivo aparente, que se inicia con frecuencia a última hora de la tarde. El bebé suele ponerse rígido, flexionando los miembros inferiores sobre el abdomen. También se asocia con meteorismo (gas intestinal). Habitualmente se inicia alrededor de la segunda semana de vida y persiste hasta el tercer o cuarto mes.Por suerte, que un niño llore todas las tardes durante un tiempo no implica necesariamente que padezca un cólico del lactante. Con frecuencia, los bebés están más nerviosos entre las seis y las doce de la noche (y los padres más cansados), y se acepta como normal que lloren hasta un máximo de tres horas, que irá disminuyendo hasta una o dos horas diarias a los tres meses.
Se considera que un bebé tiene cólico del lactante cuando presenta: tres horas de llanto al día durante al menos tres días a la semana, durante tres semanas (diagnósticos de Wessel). Hay que tener en cuenta que se trata de una alteración benigna, y que desaparece espontáneamente antes de los cuatro meses de edad.
Causas del cólico del lactante
Se barajan muchas posibilidades como causas del cólico del lactante, pero en la mayoría no se puede establecer una causa concreta. Sólo una minoría presenta alteraciones en el aparato digestivo.Causas gastrointestinales
- Alergia a la proteína de la leche de vaca: en un número muy reducido de lactantes se diagnostica la alergia como causa del cólico.
- Meteorismo: durante los primeros meses de vida no absorben completamente la cantidad de lactosa contenida en las fórmulas adaptadas o bien en la leche materna, y esto provoca la acumulación de gran cantidad de gas intestinal.
- Hipermotilidad intestinal.
- Factores hormonales, donde una hormona intestinal llamada motilina puede estar aumentada en algunos lactantes con cólico.
Otras causas del cólico del lactante
- Aspectos psicológicos del bebé, ya que su temperamento les hace sensibles a los estímulos fisiológicos normales.
- Problemas de interacción del niño con el medio ambiente.
Síntomas y diagnóstico
Síntomas del cólico del lactante
El cólico del lactante es muy frecuente. Afecta a entre un 15 y un 40% de los lactantes, y se caracteriza por la aparición de episodios de llanto intenso e inconsolable en un niño sano y bien alimentado. Estos episodios suelen empezar por las tardes, y duran al menos de dos a tres horas.Suelen presentar flexión de los miembros inferiores sobre el abdomen y gases intestinales. Puede parecer que tiene hambre pero el alimento no le calma. Cuando el episodio finaliza, el bebé recupera la tranquilidad y vuelve a la normalidad. Hay que tener en cuenta que el bebé puede llorar por otras muchas causas, que presente cólico del lactante es un caso extremo.
Se considera que un lactante sufre cólico cuando su llanto resulta excesivo, difiere del patrón habitual, se prolonga en exceso, o no se puede asociar con un trastorno orgánico específico.
Diagnóstico del cólico del lactante
Si el lactante comienza con los episodios de llanto debe ser valorado por su pediatra para que le realice una exploración física y descarteuna patología.El diagnóstico se basa en los síntomas característicos y en la exploración, que debe ser normal, ya que si padecen cólico, los bebés:
- Tienen un reflejo de succión normal y buen apetito, están sanos y crecen con normalidad.
- Les gusta que les cojan y abracen.
- Sus heces son normales.
Soluciones para el cólico del lactante
El cólico del lactante es un trastorno de origen desconocido y no existen medicamentos ni remedios que puedan solucionarlo de manera eficaz, pero sí se pueden seguir una serie de recomendaciones que suavicen el problema, sin olvidar nunca las indicaciones del pediatra.Sin embargo, si el niño llora conviene averiguar la razón, para descartar que tenga alguna necesidad o se encuentre incómodo, considerando las siguientes posibilidades:
- Puede tener hambre, quiere alimento. Comprobar la última vez que comió.
- No alimentar al niño cada vez que llore, se deben esperar de dos a tres horas entre cada toma.
- No tiene hambre, pero quiere succionar el chupete o el pezón de la madre.
- Quiere que le cojan en brazos.
- Está aburrido, quizá necesita algún estímulo.
- Está cansado y quizás necesite dormir.
- Mecer al niño en la cuna o darle un baño con agua tibia podría calmar su inquietud.
- Colocar al niño erguido o tumbado boca abajo sobre el regazo o sobre una manta eléctrica.
- Se debe intentar mejorar los ataques variando la técnica alimentaria, como el entorno o el eructo.
- En los niños con llanto incontrolable que no responden a ninguna medida, con deposiciones poco frecuentes, heces duras o que les suponen un gran esfuerzo en la defecación, consultar al pediatra la posibilidad de instaurar una dieta sin lactosa.
- Consultar al pediatra antes de administrar cualquier medicamento o realizar cualquier cambio de leche.
- No abandonar la lactancia materna, ya que no es la causa de los cólicos.
- Si está alimentado con lactancia artificial, no cambiar la fórmula, a menos que el niño tenga diarrea o vómitos y lo indique el pediatra.
Recomendaciones para la madre
Con el fin de afrontar mejor el cólico de tu bebé, también es preciso que tengas en cuenta estos consejos:- En caso de lactancia materna, es aconsejable que la madre evite el consumo de café o bebidas que contengan cafeína u otros estimulantes.
- Realizar un descanso; si no se descansa por la noche es recomendable una siesta.
- Evitar la fatiga y el agotamiento.
- Pedir ayuda de familiares o amigos; es fundamental llegar a las horas difíciles con el máximo de energía y disponer de apoyo para poder turnarse.
- Salir de casa para despejar la mente.
- Se trata de un trastorno benigno, que no va a influir en el desarrollo del bebé, y que antes de los cuatro meses de edad desparecerá espontáneamente.
- No se debe abandonar la lactancia materna.
- Sin consultar con el pediatra no se deben ni usar medicamentos, ni cambiar la fórmula si se alimenta al bebé con lactancia artificial.
MASAJES PARA ALIVIAR EL MALESTAR DEL BEBÉ
4 masajes para aliviar malestares del bebé
El poder de tus manos es maravilloso. Con un poco de técnica puedes dar a tu bebé unas caricias terapéuticas que ayudan a aliviar sus posibles malestares.
1. Combate el estreñimiento
Recuesta a tu nene boca arriba, dale un masaje suave en su pancita con la palma de tu mano siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Repite durante cinco minutos. Siempre hazlo una hora después de que el peque haya comido. El mejor momento para hacerlo es entre toma y toma.
2. Para dormir como angelito
Pon la uña de tu dedo pulgar en la base del dedo pulgar de su pie. Sube por el dedito poco a poco, presionando con la uña (para que no dañes al bebé, es importante que las tengas cortas, ya que no se trata de marcar, sino de presionar). A continuación baja por el dedo en un solo movimiento, apretando con la yema de tu dedo. Repite un par de veces y sigue luego con el otro pie.
3. Contra el dolor de pancita
Si notas que la digestión de tu nene es lenta y esta molesto de su pancita, traza con tu pulgar una línea imaginaria de presión por el dorso de su mano, desde la mitad del dedo meñique hasta el final de la muñeca, y allí aprieta ligeramente con tu pulgar e índice. Repítede 10 a 15 veces con cada manita.
4. Alivia la tos
Si el niño presenta síntomas de gripe, recuéstalo sobre unas almohadas para ayudarle a respirar mejor. Cuando tenga tos, sujeta su mano con la palma hacia afuera. Pon tu pulgar en la yema de su dedo anular y baja presionando hasta el final de la palma de su mano. Después aprieta entre su dedo gordo y el índice. Con este sencillo masaje ayudarás a mitigar los efectos de la tos.
padresehijos.com
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SALUD
martes, 22 de octubre de 2013
¿POR QUÉ LOS NIÑOS MUERDEN?
Para poder comprender este problema debemos entender porqué los niños muerden.
Los bebés emplean su boca para explorar, aprender y también para relacionarse. Es una de las partes de su cuerpo que se encuentran más desarrollada. En ocasiones con la dentición necesitan calmar sus encías con lo cual muchas veces muerden porque carecen de autodominio y actúan impulsivamente.
En el caso de niños de 1 a 3 años las razones son diferentes. A esta edad comienzan a socializar, a relacionarse con sus coetáneos, pero aún no poseen un lenguaje ni tienen las habilidades suficientes para comunicarse. Morder es una manera de conseguir un juguete o llamar la atención. También lo hacen cuando están nerviosos o se sienten frustrados: ante situaciones nuevas, la llegada de un hermanito, el ingreso al jardín de infancia… Otros niños sencillamente muerden por imitación.
En edad preescolar la conducta de morder suele desaparecer. A estas edades los niños ya comienzan a tener habilidades de comunicación que permiten la convivencia con sus compañeros. Un niño que muerde frecuentemente en esta etapa puede estar presentando problemas emocionales.
Lo primero que hay que hacer es observar cuando y porque está conducta aparece. Cuando un niño muerde siempre debemos transmitirle que la agresión no es aceptada. Debemos intervenir con rapidez, pero con calma y mostrarle nuestra desaprobación. Hay que explicarle que “no se puede hacer daño” mirándole a los ojos. Si el niño esta jugando debe separarse de la actividad (dos minutos son suficientes), si quiere continuar jugando con los demás tendrá que parar de morder. También es aconsejable que tenga una conducta reparadora: ayudarle a curar al amigo, darle un beso, pedirle disculpas…
Prohibir una conducta no significa que el pequeño entienda cual es la conducta acertada. A los niños hay que servirles ejemplos a seguir; por ejemplo mostrarles nuevas formas de relación, utilizar el lenguaje, esperar turnos, pedir prestado, acariciar a sus amigos…
Cuando el niño exhiba conductas positivas (pedir permiso para coger el juguete de otro niño, por ejemplo) debemos elogiarle, valorarles cuando estén jugando de manera “pacífica” con otros pequeños.
Nunca debemos responder con la misma acción: morder a un niño que muerde es un gran error. Cuando son muy pequeños no pueden relacionar el dolor que sienten con el que causan cuando muerden a los demás. No utilices la violencia ni la humillación para erradicar el comportamiento. Dialoga, háblale con firmeza y coherencia manteniendo siempre la calidad del vínculo afectivo.
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